Llevo un tiempo replanteándome la cuestión de este blog y hoy me he dicho que hay que echarle valor al tema, aprovechando que se tiene un día de esos guays, en los que te ves capaz de romper un mundo. Lo que ha pasado es que me había empezado a dar mosca que puedan reconocerme por este medio, pero bueno, tampoco es que cuente nada malo sobre terceras personas (por cierto, a ver si un día les hablo de mi novio, que es la persona que más quiero en el mundo), sino simplemente lo que pienso y cómo me siento, así que va a haber que atender más a menudo este blog, porque no va a haber otra forma de irle perdiendo miedo al que dirán y esas cosas.
Y nada, ya por variar un poco el tema, llevo unos días de dudas existenciales sobre la elección de especialidad. Me jode un poco, porque hasta hace una semana lo tenía más o menos claro (salvo pequeños periodos de inestabilidad mental transitoria), pero ahora han vuelto a aflorar y con más aliados, que parece que hay otras posibilidades que no había querido tener en cuenta y que me atraen. Aunque en un principio me alegré de haber obtenido un puesto mucho mejor del que me esperaba (con el que tendría más o menos asegurado la posibilidad de realizar psiquiatría en mi ciudad), ahora me arrepiento un poco de que así haya sido, porque ha motivado que tenga dudas sobre especialidades que en principio ni me había planteado. Lo que más me llama es el poderme especializar en homosexualidad, y por eso siempre se ha mantenido la primera opción, pero la verdad es que no sé qué hacer. 🙁